Osaka – Nara

Si Kyoto fue el pasado, Tokyo el presente, sin duda Osaka es el futuro de Japón.

No todo puede ser perfecto, y también es cierto que hubiera preferido viajar a Japón acompañado ya que la comunicación con los locales había, hasta este momento, demostrado ser más difícil de lo que pense. En esto pensaba mientras me bajaba del Shinkansen y recorrida las telarañas subterráneas que componen la estación central de Osaka. Sabía dónde ir, Google Maps no me daba chance a errar y junto a mis mochilas empecé la marcha hacia el hostel que probo estar más lejos de lo que parecía cuando lo reservé. La estadía en esta ocasión venia de la mano de Auberge du Tanuki Noir Maison d’Hôtes y si, es administrado por un francés.

Me pase el lugar varias veces hasta que abri la aplicación de booking para ver fotos de la fachada y cai en cuenta que había estado pasando frente al lugar varias veces y es que no tenía pinta de un hostel o algo precedió, más bien parecía una casa japonesa de lo más común. Una vez instalado en el hostel tomo un baño y a dormir.

Al día siguiente salgo temprano para Nara, un pueblo cercano a Osaka donde su principal atractivo es la cantidad de venados en estado “salvaje” en todos sus parques, y digo “salvaje” entre comillas porque todo el tiempo estaban detrás de las personas en busca de comida.

El pueblo me resulto un poco aburrido, todo lo que tenía que ofrecer eran templos y venados y después de una hora todo se torna repetitivo y como ya había estado en Kyoto mi dosis de templos ya estaba completa por mucho, pero aquí dejo la entrada a uno de los templos que vi en Nara de los tantos que hay.

así que luego de una caminata breve regreso a Osaka para aprovechar la tarde conociendo otra ciudad.

De regreso en Osaka lo primero que se nota es lo moderna y llena de personas que se encuentra la ciudad.

Al caminar por sus calles escuche el sonido de una batería y al acercarme de mi cuenta que había un concierto en uno de los ríos que atraviesan la ciudad. Lo peculiar de esto es que la banda se encontraba en un tipo de barcaza, trate de grabar el concierto, pero rápidamente se me acerco una persona a decirme que estaba prohibido grabar, pero al menos pude tomar unas fotos antes.

Las calles de aquel domingo en Osaka estaban inundados de cosplayer que caminaban por la ciudad como si de convención de anime se tratara.

Antes de que cayera la noche me dirigí al famoso cartel de glico donde tambien encontre un pequeño mirador en donde después de un tiempo en fila y gracias a la ayuda de otro viajeros pude obtener una buena foto con el cartel.

Luego me dirigí al centro comercial y era simplemente increíble la cantidad de de personas que se encontraban en las calles entre locales y turistas y con todas las vayas iluminadas la ciudad parecía salida de una novela futurista estilo cyberpunk. Una vez dentro del mall compre mi mochila Fjallraven que me acompañaría el resto del viaje.

ya entrada la noche camine hacia la parada mas cercana que me indicaba google maps y mientras esperaba el bus la lluvia se dejo caer con fuerza. justo a tiempo para finalizar un día productivo conociendo japón.

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