Llegue desorientado a la estación central de Kioto con una maleta pesada en mi espalda y otra no tanto al frente, pero Feliz de haber visto el monte Fuji desde el shinkansen.
Sali de la estación y por varios minutos camine en sentido contrario hasta que me llene de valor y le pregunte a un japones donde es que debía dirigirme para tomar el bus hasta mi destino. Una vez llegué a la estación de buses pude encontrar el bus que debía de tomar. El bus iba repleto y me hubiera sentido culpable. de llevar conmigo una maleta de 40 litros de no ser porque otros pasajeros del bus llevaban maletas aún más grandes.
Pasaron unos 17 minutos hasta que llegue a mi parada luego cerca de 3 minutos caminando cuesta arriba en una no tan inclinada subida para por fin ver mi hostel por los próximos 2 días.
Como todo en Japón, el hostel era algo pequeño pero muy acogedor. Me acomodé rápidamente en mi litera y me fui a dormir agradecido por estar en Japón
Dia 1
En mi primer día en Kyoto desperté muy temprano, decidido a comerme la ciudad, mi primera parada: Fushimi Inari Taisho.
No tarde mucho tiempo en darme cuenta de que había una cantidad increíble de personas en Kyoto y todo se debía a que era el Golden Week, una semana donde la mayoría de los japoneses se encuentra libre y aprovechan para viajar, y como Kyoto es una de las ciudades más populares, todo estaba abarrotado. Suerte para mí, llegué al Fushimi Inari a las 5:44 am, en el primer tren activo y pude tener mi foto triunfal debajo del Tori de la entrada sin casi personas a la vista.
Luego de mi foto, cortesita de un japones que corría a esa hora, empecé mi ascenso a través de los innumerables Toris para conocer más a fondo el templo.
Es un templo sionista para el dios Inari que se le pide para las cosechas y que tiene forma de zorro.
Recorrer el templo toma alrededor de 3 horas hasta la cima.
Luego de terminar mi recorrido por el Fushimi Inari tomé el metro y me dirigí al puente Togetsu para caminar los alrededores y como ya presentía, este lugar, al igual que el Fushimi Inari, estaba colapsado en personas. Eran tantas personas que resultaba difícil caminar en los lugares designados para peatones.
Muchas Personas aprovechaban el rio para rentar botes pequeños y dar un paseo remando.
La verdad es que no demore mucho en este lugar y preferí dirigirme hacia el sendero de bambús y llegar allí fue como ir en procesión de algún santo católico debido a la cantidad de personas.
Al llegar el sendero de bambús tome la decision de solo tomarme un par de fotos y salir de allí para no sentirme agobiado. Era muy abrumador estar allí.
Luego caminé hasta una estación de bus cercana y me dirigí al Kinkaku-Ji, donde una vez más encontré una larga fila de personas, por lo que mi estancia en aquel sitio también fue breve.
Consistía en un recorrido ya designado donde siguiendo el sendero se lograba ver el Kinkaku-Ji de varios ángulos.
El boleto para el Kinkaku-Ji estaba en 500 yenes y aun estando abarrotado, la fila se movía rapido.
Luego de este lugar tome dirección hasta la estación de Gion desde donde camine hasta mi hostel.
Una vez más, y por qué no me canso de recalcar, las calles estaban abarrotadas de turistas y era difícil caminar, pero al pasar el puente volteé la mirada hacia un costado y tuve esta vista, que a pesar de estar cansado por el largo día de caminata que llevaba, me hizo sentir feliz porque confirmo que visitar Japón fue una decision correcta.
Dia 2
Mi segundo dia en Tokio desperte un poco tarde y algo cansado de la larga caminata del dia anterior. Al bajar al lobby del hostel pude reconocer 2 acentos ticos y rapidamente me acerque a ellos y despues de una buena charla decidi unirme a su itinerario.
Nos dirigimos a Ninenzaka, ubicado en el mismo barrio donde estaba nuestro hostel, Higashiyama.
Al caminar y seguir subiendo a traves del callejon se fue haciendo evidente que no eramos los unicos que decidimos visitar el lugar.
La calle estaba rodeada de comercios, algunas marcas de lujos y otras tiendas de souvenirs. Tambien habian varios locales de comida y cafeterias.
Al haber tanta vida en el lugar me di cuenta de que era uno de los spots turisticos mas famosos de Tokyo y que yo, probablemente, no lo hubiera visitado de no haber sido por los ticos.
Cerca de una tienda de souvenirs vi a una madre y su hija vestidas de kimono y no pude evitar pedirles una foto a lo que, felizmente para mi, respondieron que si.
Luego de unos 10 minutos caminando cuesta arriba llegamos a una especie de templos donde se habian reunido aun mas personas.
Tambien habia un grupo grande de japonesas en Kimono, a quienes obviamente les pedi que posaran para mi lente.
Luego de esto me despedí de los ticos y tome mis maletas para dirigirme a la estación central de Kyoto, donde tomaría el Shinkansen hacia Osaka.